martes, 19 de junio de 2012

Arrojado, queriendo; me apresuro y digo, alojo...


Ermitaño arrojo y disculpo.
Recurrencia, despojo.
Hablo de más, y no digo.
Busco un presagio,
reconozco.
En el desencuentro,
miro aquel pájaro,
ya no vuelvo.
Y cada vez que miro,
me alejo.

Y cuando encuentro, el planeta busca… desencontrando.

Presuroso el oleaje inunda,
las sirenas no encantan.
El yo se bifurca,
conmutación de las palabras.

Rebusco diccionarios,
cementerios,
ocasos opuestos.

La dirección es irrisoria,
el silencio: inmutable…

Aves viajan, y vieja es la muerte…
los nidos se colapsan,
asustan.

Arraigado,
mis raíces se espantan;
existe un cosquilleo,
un alcohol de frenesí…
Y reconozco mis entrañas.
Decir algo: digo no!!!

Absurdo…

La complejidad del asunto murmulla.
Miro alrededor y dosifico el goteo…
rodeo de mi propia desaparición.

sábado, 16 de abril de 2011

I






El mundo se aproxima.
Caen hojas
y latidos exhalan,
premura dulce de lo contiguo,
es el tictac sinfónico,
la armonía, los amantes.

El volantín danzante y las estrellas,
el murmullo de las aguas,
caricias de lápiz sobre papel.

Así se dignifica.
El temor se maravilla al presentir…
vive el eterno retoño,
aun queda tinta sobre tu piel.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Solariego




Hubiere querido llegar al primer crepúsculo;
pero Héspero se apoderó de mi sentido.

Excelso romperé furioso el látigo que sub-yace
con un golpe arduo e indescifrable
y caminando oblicuo sobre tu cuerpo
derribaré el arrecife del incorruptible carmesí
para que nazcan los gorgoteos,
fulgor de dioses que se agolpan.

domingo, 22 de agosto de 2010

Confesión

 
 
 Por el principio dicen:
La no presencia tuya en mi corazón
era la agonía del alma,
la ceguera de los que ven,
el abismo interminable de mi ser
y la presencia de un estar mal,
muy mal;
como si el agua dejara de ser agua
para dejar morir al pez,
como si los padres olvidaran a sus hijos,
olvidando el futuro,
a ellos mismos sin más.
Pero una ráfaga deszozobrante
provocó un fuego inextinguible, cordial;
eras tú.
Y el clamor despertó,
y ahora juntos hacemos al mundo
más lento o más rápido,
como los niños al jugar.
Y cuando hacemos el amor:
Todo deja de avanzar,
es tan sublime la fusión de nuestros cuerpos,
esa expresión de nuestras almas enlazadas
que es tan difícil de describir,
pero tan hermoso de vivir,
que ahora que yaces de frente
debo decir te amo y nada más.

Intemperancia



La geometría no imprevista:
no existe parámetro...

Y las palabras saborean migajas.
Pronunciación que de tu boca
es un cauce.
 No desemboca.
Permiteme estar,
siendo causa y presencia.

Un latir contiguo de mi ser.

miércoles, 18 de agosto de 2010

Exacta



Un tic tac de frenesí,
un murmullo interior.

 

Distingo la sublime presencia,
la bondad y el filtro de su voz.

 

 Solemos ser y estar.

 

Simpleza eixiste alrededor.